Berta vino al estudio haciéndose de rogar, se mostró tímida y curiosa, había que dejarla explorar, pillarla in fraganti, una chica lista… se llevó más fotos que su hermano! Alex llegó poniendo caritas, muy dispuesto a ser fotografiado y a comprender el mecanismo de cada decorado. Abriendo y cerrando baúles, convirtió cestos en coches e invitó a su hermana a retratarse con él, invitaciones que ella aceptaba a regañadientes hasta que al fin conseguíamos juntarlos, entonces se creaba una magia cómplice, me di cuenta que son tal para cual. Una pareja de gemelos activos, exploradores y bondadosos que se las apañaron para que todos disfrutáramos con la sesión y el resultado. Mejor os enseño las fotos!
0 comentarios