Cuando recibí la foto de Arturo y su familia por Whatsapp desde el hospital justo después de nacer supe que sería una sesión de las que hacen historia. Hace menos de dos años dejaron a su hermano Bruno en mis manos y Pati, su mamá, cuando aún no se le notaba la barriga me repetía su fecha prevista de parto para que guardáramos día y hora para la sesión de su segundo bebé. Una familia transparente, llena de ilusión, con ellos puedo hablar, hablar y hablar sin que se nos acaben los temas. Creo que Arturo disfrutó la sesión, estuvo tranquilo y si en algún momento se despertaba ahí estaba Bruno para darle un besito y un achuchón.
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